Ultimamente, muchas personas buscan cambiar los productos de higiene capilar por opciones más ecológicas, siendo la más común y accesible el shampoo sólido.
Los shampoos sólidos se fabrican con ingredientes naturales y derivados de ellos, que se adaptan mejor a la naturaleza del pelo y cuero cabelludo, disminuyendo las posibilidades de generar alergias o irritaciones, que son causados generalmente por aromatizantes y conservantes. Nutren la fibra capilar, dejando el pelo suave, brilloso y sano y no necesitan período de adaptación, el buen resultado es instantáneo.
Eligiendo un shampoo solido natural evitamos el uso y consumo de:
- Parabenos: los conservantes más utilizados hoy en día para casi todos los productos de cosmética, del que hay estudios que indicarían que son causantes de disrupción endócrina , alterando el equilibrio hormonal.
- Sulfatos: detergentes abrasivos, pueden causar irritación y deshidratación de la zona con la que estén en contacto
- Siliconas: generan una capa aislante en la fibra capilar pudiendo causar deshidratación y en la piel causa oclusión de los poros.
Al ser productos fabricados artesanalmente y a baja escala, existe la posibilidad de generar shampoos sin aceites esenciales, seguros para personas gestantes, lactantes y niñes.
Cabe aclarar también que al estar hechos con productos naturales, los desechos que generan son biodegradables y no contaminan. Se eliminan los envases plásticos, reduciendo su consumo y evitando así generar residuos de microplásticos que terminan en ríos y mares. Ocupan poco espacio, pudiendo transportarlos facilmente y, en comparación a los shampoos líquidos, duran mucho más lavados.
Casi no se utiliza agua para fabricarlos, colaborando con el cuidado de este recurso.
Son veganos y libre de crueldad animal.
La cosmética natural lo que aspira es crear productos sustentables, saludables para nosotros y el medio ambiente, utilizando de los recursos que la tierra nos ofrece.